domingo, 30 de septiembre de 2012

Creep


Hay canciones que son tan especiales y tienen tanto significado o traen tantos recuerdos que intentas escucharlas poco para no quemarlas. A veces no puedes evitar que las queme la radio por tí y te molesta cuando las pinchan. Creep es una de ellas. Y es que hay canciones que no deberían sonar, o mejor dicho, sólo deberían sonar cuando estas preparado para escucharlas. 

Es curioso porque en la radio británica pensaron algo parecido cuando se lanzó la canción en el 92 como single de Pablo Honey: la retiraron por demasiado depresiva. Así que pasó desapercibida, y no volvió a sonar allí hasta un año después cuando se relanzó movida por el éxito que había tenido primero en Israel y luego en otros países (España entre ellos) antes incluso que en EEUU . 

Los mismos Radiohead se rebelaron contra ella al inicio (esos estallidos de guitarra que suenan antes del estribillo fueron un intento de sabotaje del guitarrista por lo lenta que era) y más tarde también, dejando de tocarla en sus conciertos, no sólo por la chamusquina del éxito sino también porque evolucionaron a otro estilo más experimental y menos grunge donde Creep ya no encajaba muy bien. A mí también me cuesta escucharla  tras cualquiera de OK Computer o Kid A: no pega.

Yo nunca había reparado en el parecido con la canción The Air That I Breathe, de The Hollies, pero es tan obvio que Tom Yorke lo admitió e incluyó a sus compositores (Albert Hammond uno de ellos) en los créditos. En cualquier caso, para mí esto no es más que una anécdota y no baja a Creep del pedestal en el que está. 

Parecido razonable. Creep, Radiohead (1992)


Original. The Air That I Breathe, The Hollies (1974)


De Creep hay una buena versión acústica del irlandés Damien Rice, aunque no aporta demasiado, de no ser porque la suele unir a su fantástica The Blower´s Daughter en los directos, con un resultado muy chulo. En este video la imagen está fatal, pero el audio se salva (Creep en el minuto 4 aprox): 


domingo, 23 de septiembre de 2012

Summertime Blues


¿Qué mejor para el primer post otoñal que una canción sobre el verano (que no del verano)?. El rockabilly Eddie Cochran creó allá por los 50s un ejemplo de cómo algo grande puede ser muy sencillo: Summertime Blues. Sólo tres acordes y menos de dos minutos, no hizo falta más. La letra cuenta la desesperación veraniega de un adolescente que tiene que trabajar (extrapolable al sufrimiento universal de currar cuando todo el mundo está de vacaciones :)).  

I'm gonna raise a fuss, I'm gonna raise a holler
About a workin' all summer just to try to earn a dollar 
Every time I call my baby, and ask to get a date
My boss says, "No dice son, you gotta work late"
Sometimes I wonder what I'm gonna do
But there ain't no cure for the summertime blues  

Como corresponde a un clásico de este calibre, hay versiones para todos los gustos, especialmente de finales de los 60 principios de los 70s: The Who, T Rex, Blue Cheer (con guitarras psicodélicas y pre heavy metal)..., y es que la base es tan buena que llevada a cualquier otro estilo ha de ser un éxito seguro. Incluso hay una versión country (Alan Jackson) bastante resultona.

Pero en este caso no voy a destacar ninguna versión como he hecho otras veces. Todas parecen buenas interpretaciones en sus respectivos estilos, pero no creo que admitan comparación con la sencillez y frescura de la original. Quizá en este caso soy tan radical porque no estaba familiarizada con ninguna de ellas. El caso es que la sensación que me dan es la de coger algo esencialmente bueno e intentar adornarlo o incluso ensuciarlo (desde los violines en la versión country hasta el ruido en las versiones rock). Quizá solo salvaría en ese sentido la versión que unos adolescentes Beach Boys hacían 4 años después de la de Eddie Cochran, porque se mantiene igual de "limpia".  

Original. Eddie Cochran (1958). (0:56: ¿no es genial?)


Versión 1. The Beach Boys (1962). Este video es solo un montaje de un usuario de youtube (una interpretación de Surfin Safari del mismo año mezclada con imágenes escogidas de los 60s) pero está muy logrado. 


Versión 2. Blue Cheer (1968).



Y aquí, por no hacer esto larguísimo, las versiones posteriores de The Who y T Rex (éstas en vivo, del 69 y del 72 respectivamente) y la versión country de Alan Jackson (1994).  

domingo, 16 de septiembre de 2012

Perlas Ensangrentadas


Pensando en himnos del pop español, uno de los primeros nombres que vienen a la mente es el de Carlos Berlanga, un genio seguramente infravalorado y compositor de la mayor parte de los temas de Alaska y Dinarama (y antes de los Pegamoides o Kaka de Luxe). ¿Como pudiste hacerme esto a mí?, Ni tu ni nadie, A quien le importa... el significado himno cobra especial sentido cuando recuerdas perfectamente haberlas cantado a coro en el autobús del cole cuando tenías 7 u 8 años. Dinarama duró unos 6 años, hasta que Carlos y Nacho Canut, el tercer componente del grupono se aguantaron más. 

Perlas ensangrentadas es todo un clásico, compuesto por Berlanga para el primer disco de Dinarama, Canciones Profanas, aunque la canción más famosa de ese álbum, y que ha sonado desde entonces hasta la saciedad fue Bailando. Perlas está claramente inspirada en Born to Run de Bruce Springsteen, pero es uno de esos casos en los que esta inspiración no molesta, no es incómoda. Hay quien dice que el parecido es pura coincidencia, pero tiene más sentido pensar que simplemente Springsteen fue una de las influencias de Berlanga (Born to Run es unos 8 años anterior a esta). El caso es que Perlas coincide en el inicio pero luego continúa por su propio camino, para jugar en otra liga diferente, sin llegar a ofender por el parecido. No olvidemos que Born to Run fue el despegue de Springsteen (crítica y público de acuerdo) y según Rolling Stone está muy pero que muy arriba entre los mejores álbumes de todos los tiempos. También es probablemente mi favorita de Springsteen (junto con Hungry Heart y Brilliant Disguise).   

A su vez, Perlas ensangrentadas tiene sus propias versiones. Sobresale, bastante por encima de la que hizo la propia Alaska con Fangoria, la del gallego Xoel Lopez (Deluxe), quien empezó a tocarla en sus directos y la incluyó en Reconstrucción (2008) y tambien en un disco homenaje a Berlanga Viaje Satélite Alrededor de Carlos Berlanga.  Engancha ese "flores" chillado. 

la interrogué en el camerino
sobre la muerte de rené, 
me contestó con evasivas, 
no sé, no sé, no sé, no sé. 

vámonos, me dijo, 
tengo que hablarte de unas
perlas ensangrentadas, 
flores pisoteadas. 
perlas ensangrentadas, 
flores pisoteadas.

Versión. Perlas Ensangrentadas, Deluxe (2008). (No he encontrado un buen video, la mejor versión es ésta para quien tenga Spotify). 



Original (con inicio razonablemente parecido). Perlas Ensangrentadas, Alaska y Dinarama (1983)

Original. Born to Run, Bruce Springsteen (1975) 




sábado, 8 de septiembre de 2012

Sea of Love

My Blueberry Nights es una peli del hongkonés Wong Kar-Wai, su primera película con reparto occidental (y de lujo, por cierto). Es una peli que o te hipnotiza y se queda contigo mucho tiempo, o te aburre hasta el infinito (en mi caso pasó lo primero). Es cierto que no ocurre gran cosa durante las dos horas, pero no es necesario: esta peli es simplemente -y no es poco- una mirada a los sentimientos y a las desilusiones acumuladas, una mirada a través de una ventana con luces de neón. Visualmente, mirándola como fotógrafa, es impresionante; enmarcaría muchas de sus escenas, los colores saturados, los cristales, los neones, esos encuadres tan especiales...(vale, también enmarcaría a Jude Law... o a Rachel Weisz, aquí secundaria espectacular que se come a todos lo demás en cuanto aparece). Y en la banda sonora (y aquí es adonde voy, porque éste todavía no es un blog de cine): jazz, soul y Cat Power. Dos temas suyos contribuyen a crear la atmósfera de la película: The Greatest y Living Proof

Cat Power es una cantautora de Atlanta, rara, indie, alternativa. Cuesta escuchar un disco entero suyo sin dormirse o tirarse por la ventana de la depresión, pero en pequeñas dosis es una maravilla. Mira por donde tiene un álbum de versiones, llamado The Covers Record (con versiones de Dylan, de la Velvet, ...), y en ese álbum una versión de Sea of Love, un clásico de los 50s, único éxito de Phill Phillips. Hay muchas versiones de este tema, las más conocidas las de The Honey Drippers (Rober Plant) en 1985 y la de Tom Waits, en plan oscuro, en Orphans: Brawlers, Bawlers and Bastards, pero a mí me encanta la de Cat Power, y creo que es la primera que realmente le da una vuelta de tuerca a la original, dándole una intensidad especial.    

Volviendo al cine, por aquí me soplan que la versión de Phillips es el tema central de un thriller del mismo título protagonizado por Al Pacino en el 89, donde un asesino en serie acaba con sus víctimas mientras suena esta antigua grabación a 45rpm. 

Versión. Cat Power (2000)



Original. Phil Phillips (1959)




domingo, 2 de septiembre de 2012

The Funeral

El ejemplo de hoy está en la categoría de homenaje o simplemente parecido razonable. No llega a más porque son solo unas pocas notas al inicio de la canción, pero para mí son claramente similares, y en este caso estoy especialmente orgullosa de haberme dado cuenta yo solita, aunque seguro que es algo obvio para más gente. El caso es que he rebuscado en internet alguna referencia a este parecido (bueno sólo he llegado hasta la tercera página de google) y lo único que parecen tener en común es que ambas canciones han formado parte de la banda sonora de la serie One Tree Hill en episodios diferentes. Coincidencia. No se si será un homenaje consciente o inconsciente, pero no parece simple casualidad. Había estado escuchando, y mucho, la canción más reciente: The Funeral, de Band of Horses, un grupo indie de Seattle que tienen temas como éste o Laredo que están entre mis favoritos indiscutibles. Días después, haciendo una lista de spotify de cantautores de los 60s, pensé que me sonaba extrañamente reciente el inicio de The First Cut is The Deepest, de Cat Stevens. Tardó en llegar la conexión. Sólo son los primeros segundos de ambas canciones, luego las dos tienen recorridos muy diferentes. 

Inicio razonablemente parecido. The Funeral, Band of Horses (2006)



Original. The First Cut Is The Deepest, Cat Stevens (1967)



'cause when it comes to being lucky she's cursed
when it comes to loving me she's worst
but when it comes to being loved she's first
that's how I know

Por cierto, la versión más famosa de The First Cut is The Deepest es la de Rod Stewart, pero a mí me resulta bastante cansina así que como curiosidad voy a traer la de P.P Arnold, la primera que se editó ya que fue a ella a quien Stevens le vendió la canción, pues por aquel entonces prefería considerarse sólo compositor, no cantante.  

Versión. The First Cut Is The Deepest. PP Arnold (1967)



sábado, 1 de septiembre de 2012

In My Life

Si por casualidad estás leyendo este blog, te animo a enviarme tu propia crítica o a opinar en cualquiera de las entradas.  Es lo que ha hecho mi amigo Miguel - ¡¡¡primera colaboración!!! -, y me ha enviado un texto sobre una de sus versiones favoritas. Será la primera - y seguro que no última - entrada sobre los Beatles. Yo soy bastante radical en el tema Beatles: son tan grandes que es lógico que sean los más versionados de la historia, pero de ahí a que alguna de las versiones pueda siquiera compararse... ejem, veremos si alguien me convence.  De todas maneras me comprometo a buscar más ejemplos que estén cerca de conseguirlo, tal y como dice Miguel respecto al que nos comenta: 

In My Life

De todos los artistas que interpretan versiones de esta canción, ma parece que Judy Collins es la que mejor se ajusta a sí misma (condición fundamental para un artista) al versionar In My Life. Aún siendo cierto que la canción es una versión y no ha brotado íntegramente de su imaginación, sigue siendo arte propio de Judy: ha interpretado muy bien un espíritu de fondo encerrado en la canción original (por cierto, es más fácil de captar este espíritu cuando la canción está tan inspirada; no en vano está considerada una de las 100 mejores canciones de todos los tiempos), y, vistiéndola con su propio estilo acústico y con su profunda voz, le ha dado una nota nueva que a veces me sorprende e incluso me espeluzna.

Sobre el resto de versiones que he oído: mientras siento que, unos más, y otros menos, captan la inspiración de la canción original, no puedo evitar de repente, sentir “notas de disonancia”, que por momentos canibalizan, con sus rasgos propios de cada artista, la canción: se la comen literalmente para dejar entrever esos rasgos egoístas. Esto es típico de malos intérpretes de versiones ajenas. Para no adulterar el arte en versiones, creo que, o haces
hiperrealismo, o impresionismo, o algún otro tipo de continente que sirva de vehículo a la idea inspiradora, a lo que en su día entendió y expresó el artista original, o, si no, 

simplemente, mejor lees las partituras y te inventas el performance, como ocurre con los 
artistas que en Operación Triunfo muestran sus dotes para el canto y el baile. Pero si se quiere 
superar a la versión original – y Judy casi lo consigue - nunca se podrá hacer con notas 
particulares de “ego artístico”, si no sirven siempre como vehículo, si no son un continente, 
sino que se convierten en un contenido en forma de diálogo, por cierto, de besugos, sin 
posible entendimiento, entre la idea inspiradora del artista versionado y la del artista versionador. La unidad entre cuerpo y alma es lo que define una obra de arte, es su esencia, y por eso no debe haber "falsos diálogos" por un alma entendida intermitentemente, distraída por su propia necesidad de demostrarse a sí mismo que le cuerpo que da forma a la obra versionada es el suyo propio. Por eso es muy frecuente que, cuanto más se intente superar a la versión original, más se fracase en el intento - si la canción original es de cierta calidad -. La envidia en el arte, como en la vida, es contraproducente. Y sólo la naturalidad, en estos casos, puede coger una gran idea y transformarla en algo nuevo o aún mejor. Sin ningún tipo de complejo de inferioridad; sin destruir el alma de la obra al sujetarla entre las manos para analizar, a toda costa, cómo superarla. 




Me retracto quizás de decir que esta canción sería la segunda de mi repertorio que ha superado a una versión original (junto con With a Little Help from my Friends, de Joe Cocker), pero creo que no me arrepentiría mucho de decirlo, ya que Judy ha estado cerca de conseguirlo.

Miguel P.


Versión. Judy Collins (1966).



Original. The Beatles (1965).


...y en la versión de Aquellos Maravillosos Años:



Y reedito la entrada porque me apuntan que existe una versión "no oficial" de esta canción por una banda americana de los 60s, The Gants, que por cierto no conocía y me encanta!! Gracias Chicho! :)) 

Parecido razonable. I Wonder, The Gants (1967)