lunes, 8 de octubre de 2012

A Lazy Bastard Living In A Suit


El viernes fui a ver a Leonard Cohen en el Palacio de los Deportes. Nunca le había visto en directo y esta vez pensé que tenía que aprovechar porque quien sabe si no sería la última. El mismo lo dijo al empezar el concierto: No sé cuándo nos volveremos a ver, pero podéis estar seguros de que nosotros vamos a dar todo lo que tenemos. Y vaya si lo dio: 4 horas de concierto (por cierto las 4 horas de pie o arrodillado, sin descanso, ¡a sus 78 años!), con su traje y su sombrero gris (y toda la banda uniformada de la misma manera), dando una lección de clase, elegancia y música de la de verdad. Su voz, tan profunda que parece que reza más que cantar, perfecta durante las 4 horas y sonando mucho más grave que en cualquier grabación. Además acompañado de buenísimos músicos como Javier Mas en la guitarra. Y las chicas, las Webb Sisters, para mi gusto algo cursis pero cantando como ángeles y Sharon Robinson, perfecta. Admito que la primera parte del concierto resultó algo pesada, pero en global fue muy emocionante, sobre todo la última hora, en la que se sucedieron un clásico tras otro. Por cierto, acabó con una versión: Save The last Dance For Me, de The Drifters. Y antes de esta arrancó carcajadas, irónico, con I tried to leave you (la ironía tiene sentido tras tres horas largas de concierto y habiendose despedido ya 3 veces del público):


I tried to leave you, I don't deny(...)
Goodnight, my darling, I hope you're satisfied(...)
And here's a man still working for your smile

Me gusta Leonard Cohen desde que salió su disco I'm Your Man y mis padres lo compraron. Era 1988, yo era una enana y toda la familia nos hicimos fans de aquella actuación mítica de First We Take Manhattan en la tele: él sentado en una mesa, inmóvil y mirando impertérrito a cámara, con dos cantantes a ambos lados siguiendo el ritmo (solo he encontrado el vídeo de la tv alemana pero el de aquí era similar).  Yo lo tenía claro: de mayor quería ser corista de Cohen :). 


Luego fui conociendo sus canciones anteriores (Famous Blue Raincoat, Suzzane, So Long, Marianne, Chelsea Hotel, Who By Fire...) y prestando cada vez más atención a las letras y a su dimensión como poeta.  

Después de esto se entenderá que piense que versionar a Cohen es una especie de sacrilegio, y eso que lo ha sido infinitas veces. Supongo que antes que cantante, es escritor, compositor y poeta y por tanto es lógico que sus canciones las interpreten otros con frecuencia. He elegido dos versiones que para mí pasan el corte: 

La primera, Dance Me To The End Of Love  (por cierto es con la que abrió el viernes el concierto), de Madeleine Peyroux. Peyroux es una cantante de jazz con una voz que recuerda mucho a Billie Holiday.  Di con esta versión de forma casual y me encantó.

Versión. Dance Me To The End Of Love, Madeleine Peyroux (2004)


Original. Dance Me To The End Of Love, Leonard Cohen (1984)


La segunda, If It Be Your Will, de Antony (de Antony & The Johnsons), un cantante con una voz y una sensibilidad fuera de lo común. La versión forma parte de un documental sobre Cohen. 

Versión. If it Be Your Will, Antony Hegarty (2008)


Original. If It Be Your Will, Leonard Cohen (1985), aquí con las Webb Sisters en directo (2009)


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