Hace unos meses fui a ver Jersey Boys, atraída por dos reclamos: Clint Eastwood y el pop de los 60s. A pesar de estar muy bien hecha, la peli me pareció fallida, fría y hasta ridícula en sus últimos minutos. La sensación era la de estar viendo un documental más que una película, con el contratiempo añadido de que la voz del actor escogido para interpretar a Frankie Valli no me resultaba soportable y me sacaba constantemente de la peli. Seguro que tiene mucho mérito encontrar a alguien con ese timbre tan especial, pero desde mi humilde punto de vista no fue una buena elección de casting. A pesar de todo estuvo interesante conocer la historia de los Four Seasons, y descubrir, o redescubrir, que fue Frankie Valli quien cantó la versión original del Can´t Take My Eyes Off You. Para mí es una de esas canciones que te sabes de memoria, pero nunca terminas de tener muy claro quien la interpreta. De entre las infinitas versiones (es una de las más versionadas de la historia) la que más reconoces es una discotequera y ochentera y la asocias a Gloria Gaynor, pero más tarde descubres que en realidad es de un grupo llamado Boys Town Gang (ojo al vídeo y a la coreo). La Gaynor también tiene su versión, pero no es la que la mayoría tenemos en la cabeza.
Luego está aquella a la que tienes más cariño, quizá no por ser la mejor (aunque sí de las más arriesgadas) sino por pertenecer a una época determinada de tu vida: la de Lauryn Hill, post Fugees, que añadió un "Of" al título (desconozco si ese Of aporta algo aparte de redundancia, si alguien lo sabe que me lo diga) y la llevó a su terreno r&b. Y con mi debilidad por Muse debería destacar su versión, pero esta vez creo que no acertaron y simplemente destrozan la canción, nada que ver con su interpretación de otro clásico como Feeling Good que ya comenté en una entrada anterior.
Versión. Lauryn Hill (1997)
Y encuentro la excusa perfecta para poner y volver a escuchar esta MARAVILLOSA canción de Damien Rice cuyo único punto de coincidencia con todo lo anterior escrito es la frase que nos ocupa, repetida hasta poner los pelos de punta y que a pesar de ello no da título a la canción (se llama The Blower´s Daughter).